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Es muy importante mantener buenos hábitos de higiene bucal en tu hijo desde que comienza la dentición, así como transmitirle la importancia de cumplir con estos hábitos a lo largo de su vida.
Cuando tu bebé aún es pequeño, lo mejor es usar una gasa para limpiar sus pequeños dientes o hacerlo con uno de tus dedos, asegurándote de haber lavado perfectamente tus manos. Usa solamente agua al principio e incorpora la pasta de dientes hasta que tu hijo aprenda a escupir.
Una vez que salgan los primeros molares, te recomendamos comenzar a usar un cepillo de dientes. Elige un cepillo para bebés, de cerdas suaves y materiales blandos. Cepilla sus dientes lentamente y con suavidad.
Cuando le hayan salido todos sus dientes, será momento de cambiar a un cepillo infantil.
Te decimos cuál es la técnica para hacerlo correctamente:
- Cepilla los dientes de arriba hacia abajo, por delante y atrás de los dientes, con el cepillo y las cerdas en posición horizontal.
- Limpia los molares superiores e inferiores haciendo ligeros movimientos circulares.
- Y finalmente, cepilla también su lengua, ya que en ella también se acumulan restos de alimentos.
Hazlo por lo menos 2 veces al día. Tu hijo adquirirá la destreza suficiente para cepillar sus dientes por sí mismo alrededor de los 7 u 8 años. Antes de esa edad, es importante que supervises el cepillado para evitar lesiones o accidentes, sobre todo cuando comience a usar pasta dental.
Comiencen a visitar al dentista cuando tu bebé cumpla un año, él es el profesional de la salud más adecuado para ayudarte a que tu hijo mantenga una buena salud bucal.