No entres en pánico ante una fiebre

Métodos para medir la temperatura de tu bebé

Más abarazos Huggies Más Abrazos // Jueves 3 Septiembre, 2020 // #consejos, #salud, #bebe, #cuidados

La temperatura normal de los seres humanos suele oscilar entre los 36 y 37 grados centígrados. La temperatura de tu bebé puede variar según la parte del cuerpo y es normal que cambie un poco durante el día, pues a veces el llanto o la actividad física pueden hacer que su temperatura incremente un poco. Te recomendamos medir la temperatura de tu bebé cuando está sano, de esta manera te será más fácil identificar si su temperatura sale de los parámetros habituales.

¿Qué tipos de termómetros existen?

Existen muchos tipos de termómetros para medir la temperatura de tu bebé. Los más usuales son:

  • Termómetros de mercurio: si bien hay unos más rápidos que otros, por lo general debes esperar al menos 5 minutos para obtener una medición real. La desventaja de estos termómetros es que pueden ser difíciles de leer si no estás familiarizada con ellos.
  • Termómetros digitales: aunque algunos pueden ser lentos, su principal ventaja es que son muy precisos, además la mayoría cuenta con una alarma que te avisa cuando la temperatura real se ha registrado.
  • Cintas métricas: puedes pegarlas en cualquier parte del cuerpo, por lo que pueden ser más cómodas para tu bebé que los termómetros convencionales. Sin embargo, en realidad sirven para darte una idea aproximada de la temperatura, ya que en algunas zonas del cuerpo, como la frente, pueden llegar a marcar hasta un grado más sobre la temperatura real.

ventajas de los diferentes termómetros

Temperatura oral, axilar o rectal: ¿cuál es la más precisa?

Considera que la temperatura oral es la más exacta. A veces la temperatura axilar suele marcar 0.5 grados menos que la temperatura real; por ejemplo, si el termómetro marca 37.5 grados, la temperatura realmente estará cerca de los 38. Con la temperatura rectal sucede lo contrario, ya que generalmente marca 0.5 grados más sobre la temperatura real.

Si la temperatura de tu bebé sube repentinamente, lo más importante es que la monitorees constantemente y de la manera más precisa que puedas para asegurarte de que se mantenga por debajo de los 38° centígrados.